Mi amor al mundo no está detenido,
Más bien anda estallando por
todas partes,
En la delicadeza de todo lo
recién nacido, sean picaflores o marmotas;
en ese verde con que bostezan los árboles,
en la vida que me embriaga y me
saca de mi.
Me voy quedando sin palabras y
en ese silencio todo habla y todo se
entiende.
Me pierdo, desaparezco… Dejando de
ser yo, la flor y la nube dejan de ser ellas y nos unimos en una danza de
reconocimiento.
Mi amor al mundo no se detiene,
Más bien me está llevando a
territorios infinitos,
Donde sólo se puede confiar y no
queda más que agradecer.